Bill Watterson ha prestado su voz a los videojuegos LA Noire y Lost Planet 3 e interpretado papeles menores en los films Ouija, Jenny's Wedding y Jersey Boys. Además, ha figurado en una amplia lista de cortometrajes. Dave Made a Maze es su debut como director y co-guionista, labor que recae principalmente sobre Steven Sears, también autor de la sencilla historia.
Tal como indica el título, literalmente,‘Dave hizo un laberinto’. Un laberinto con su propia vida, como ha hecho siempre. Pero una buena pandilla de amigos y su novia, le ayudarán a salir del mismo. Dave Made a Maze es un básico pero ingenioso y elaborado ejercicio cinematográfico que apuesta por las manualidades para crear un sorprendente e imaginativo laberinto que evoca al cine de los 80. Películas como Legend o Dentro del Laberinto son una fuente importante de inspiración para Watterson a la hora de dar forma y consistencia al film.
David se construye una laberíntica fortaleza en salón, y termina atrapado en su interior lleno de fantasía, trampas y criaturas, dejando a su novia Annie la tarea de dirigir un excéntrico equipo de rescate para ir en su búsqueda.
Con un bajo presupuesto pero mucha ilusión y horas de trabajo manual, la película presume de una planificación ingeniosa y bastante divertida dentro del laberinto, aunque el exterior del mismo indique todo lo contrario, la sorpresa de como Watterson y su equipo se las apaña para dar continuidad y dimensión a un laberinto en apariencia externa tan poco llamativo, es para quitarse el sombrero. Así pues, su parte visual es una de las mayores presunciones del film, a la que se pueden rendir vítores con cada nueva trampa dentro del laberinto.
Argumentalmente, no es que haya mucho donde afianzar el conjunto. Una historia medianamente entretenida, pero poco destacable al margen de sus sketches ampliamente divertidos. Y es que la película cuenta con unas interpretaciones más propias de una sitcom y un reparto de actores bastante coral, pero velozmente fulminados dentro del laberinto. Por consiguiente no estamos ante una película de grandes personajes con los que llegar a empatizar, al menos no tanto como lo hacemos con la parte artística, rabiosamente bien elaborada.
Dave es un tipo sencillo que nunca acaba lo que empieza. Con esta filosofía, la película trata sobre la crisis de los 30 y en cómo ésta afecta a diversos aspectos de la vida a esa edad; económicos, amorosos, amistades o sociales. Gracias al ingenio que he mencionado, las situaciones dentro del laberinto construido manualmente con muchas toneladas de cartón, son lo suficientemente frescas para que el espectador se sienta abrazado por parte de esta loca aventura llena de peligrosas trampas mortales.
La primera mitad de la película es la más dinámica, a partir de la mitad, pierde un poco de punch. Además, hay una conversación fuera del laberinto entre Dave y su novia, que me hizo desconectar un poco de la aventura dentro del laberinto. Pasada la escena, que no entendí muy bien, la historia hace un reprise final para dar por concluido la construcción del laberinto.
Dave Made a Maze se le reconocen méritos propios en la escenificación e ingeniosas secuencias que funcionan muy bien en forma de sketches donde prima el surrealismo, pero que una vez entramos en su juego fantástico, es dejarse llevar y disfrutar. Sin embargo, al final es una película que entretiene y poco más, creo que con una mejor historia y personajes algo más elaborados, podría haberse convertido en un 'instant classic'.
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